Ser contador es una profesión peligrosa, no para uno, sino para el bolsillo de los demás. Uno, que no sabe un carajo de matemática, y al hacer cuentas se siente como Julio Cruz en la selección, no tiene mejor idea que la de confiar en gente experta.
Un contador.
Ahí es donde nos mandamos la cagada primera. Y después te piden el "adelantillo", para ir avanzando en las gestiones monetarias que les pedís. Te venden el chamuyo de la experiencia sobre el manejo de balances y todo eso.
Pero cuando ves la pinta del tipo, que se viste con colores más ridiculos que los de la camiseta de san lorenzo, y es menos confiable que el escroto de Jack Palance.
No te equivoques. El contador te quiere cagar! Es su naturaleza. Así los entrenan, así son todos. Y nunca pagan un carajo! Son lo más rata que existe. Vos les comprás cosas, y esperás algo a cambio, aunque sea una puta torta de ricota. Más adelante publicaremos la lista con los más avaros de todos ellos.

Todos putos!

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